José Rubio Gascón
Delegado de Escultura de la SAF (Sociedad Artística Ferrolana)
Escultor
74 años
José Rubio Gascón, nació en 1937, en Ferrol y desde muy joven combinó sus estudios con clases de dibujo y moldeado. Hijo y nieto de pasteleros, se hizo cargo de la empresa familiar, la pastelería Gascón, oficio que ha combinado con su carrera artística.
Entre 1970 y 1974 formó parte del grupo ferrolano “Ogrilón” como escultor, junto con diez pintores. Dicho grupo celebró diferentes exposiciones en Ferrol, Vivero y A Coruña.
En 1980 comenzó a colaborar como docente en la escuela de pastelería de León, un centro homologado por el INEM, impartiendo cursos al lado del maestro Santiago Pérez. En 1986 impartió su primer curso en solitario en la Escuela Nacional de Pastelería de Madrid. En 1990 inauguró su propia escuela con el nombre de Centro de Formación en Pastelería J. R. Gascón, homologado por el INEM y la Consellería de Familia e Promoción de Emprego de la Xunta de Galicia.
Pero vamos a centrarnos en esta entrevista en la faceta escultórica de D. José Rubio Gascón.
Lleva muchos años siendo artista de la escultura y de la pintura, pero, ¿cómo empezó?
Siendo estudiante recibí mis primeras clases de dibujo y rotulación del pintor y cartelista Benito Iglesias, más adelante empecé con el escultor y tallista Agustín Mirás, el dibujo, modelado y talla.
Años más tarde, me metí a la fundición en escayola en donde practiqué la fundición de moldes para reproducción de figuras y más tarde, con la fundición de vidrio y la soldadura autógena.
Todo lo he conseguido recorriendo talleres de buenos amigos que me dieron estas oportunidades para mi formación.
¿Por qué escultor sobre todo?
Porque la escultura me ofrece la libertad de trabajar los volúmenes con toda clase de materiales: barro, madera, hierro, etc. Aunque me gusta la pintura, o mejor dicho, la escultopintura, recurriendo a incorporar en el cuadro, telas, maderas, resinas, etc. Se trata de disfrutar con los relieves y el colorido. Pero sobre todo soy escultor.
¿Todo puede ser considerado escultura, a la vista de lo que vemos, en diferentes aspectos?
Sí… pero siempre guardando la relación estética pertinente en volúmenes y perspectiva. La cuestión es que una obra no puede ser del agrado de todos. La crítica puede ser positiva o negativa, así que de las críticas hay mucho que aprender.
¿Qué es para usted la escultura moderna?
Principalmente, una libertad de expresión sin ataduras.
Hubo grandes maestros entre los años 1876 y 1957. Brancusi, se orientó a una estilización que le llevó a convertirse en uno de los más sobresalientes de la escultura moderna y abstracta; así como Julio González, Henry Moure, Gargallo, entre otros.
Resumiendo, la escultura moderna y la abstración nos permiten creatividad para componer libremente.
En su escultura, vemos muchísima inventiva todavía en evolución, ¿es así?
No sabría qué decir. Tengo grabado en la cabeza algo que decía Picasso: decía que la inspiración y la creatividad no venían solas, pero que sí se encontraban trabajando. Eso es lo que intento hacer, trabajar y trabajar. Bajo mañana y tarde al estudio, intento hacer dibujos y bocetos en cualquier material y conseguir tener varias obras en proyecto, pues no me gusta fijarme siempre n la misma obra, puesto que no tenemos la misma inspiración todos los días.
Hace años pasé una crisis o falta de ilusión artística y quiero reconocer públicamente que mi buen amigo y gran dibujante Armando Salas, me daba ánimo cada vez que nos veíamos, para seguir adelante. Y aquí sigo.
José Rubio en su taller.
¿Qué opina de la enseñanza en las artes plásticas?
Soy rotundamente partidario de la enseñanza del dibujo y otras técnicas. Así lo he demostrado durante toda mi vida artística y profesional.
Lamento la ausencia de una escuela de Artes y Oficios en Ferrol. Tuvimos una desde 1881 a 1930, pero desgraciadamente, desde aquel entonces no hubo más. Agradezco el libro de Esperanza Piñeiro y Andrés Gómez, que recoge toda su historia y en uno de sus capítulos habla de los alumnos que asistieron a clases de dibujo y pintura, nombres tan significativos como Bello Piñeiro, Imeldo Corral, Francisco Iglesias, González Collado, Segura Torrella, Carlos Villaamil, Antonio Yáñez… No sé si otras generaciones tendrán la ocasión y la suerte, tan necesaria, de que Ferrol pueda conseguir volver a tener una nueva escuela. La hemos reclamado muchísimas veces para conseguir formación pero todas nuestras peticiones han sido infructuosas.
Ferrol cuenta con importantes escultores: Patinha, Braxe, David dos Santos, Bastarrechea, Javier Aguilera, Teresa Añón, Luís Rapela… pero ¿No cree que sus obras son poco conocidas a nivel popular?
Además de admirar profundamente sus obras, cuento con una relación personal con todos ellos.
Y sí, reconozco que la escultura está poco representada en exposiciones.
Sería interesante conseguir una exposición permanente pero no es fácil conseguir colaboración económica en estos momentos tan difíciles que atravesamos pero es una buenísima idea en la que hay que seguir trabajando.
Usted lleva muchos años ligado a la SAF, ¿Qué cree que ha aportado y aporta la SAF, al mundo de la cultura y el arte local?
La SAF es un referente cultural importante en Ferrol y comarca. Para mí aporta toda clase de iniciativas culturales: publicaciones, exposiciones y lo que es más importante, dar a conocer el mundo del arte ferrolano, desde los artistas consagrados a los emergentes.
Decir que por fin, después de muchos años de gestiones y de trabajo de algunos directivos, hoy la SAF, puede contar con un local social.
¿Qué recuerdos tiene de escultores locales como Gerardo Alonso, Agustín y Ramón López Miras, César Otero, Guillermo Feal… ?
Siendo yo muy joven, admiraba la obra de Gerardo Alonso y recuerdo como él me animó a que siguiera por la senda de la escultura.
Con Guillermo Feal, mantuve una buena amistad y pasamos muchas tardes charlando en su taller. Fue un orgullo para mí, recibir en 1975, el Primer Premio de Escultura de la SAF, que lleva su nombre.
¿Qué decir de D. Agustín López Mirás? Fue mi profesor de escultura, modelado y talla, en la Escuela de Artes y Oficios. Hombre encantador y cascarrabias, al mismo tiempo, y gracias a él, que me recomendó que fuera a clase con su hijo, comencé en serio con el modelado, dibujo y talla; también fui a clase con su hermano, el gran tallista Ramón, del que conseguí que hiciera de modelo para hacerle un busto, que aún conservo.
A lo largo de su carrera artística recibió innumerables premios, ¿recuerda cual fue el primero?
Por supuesto, un primer premio nunca se olvida. Allá por el año 1954, con tan sólo 17 años, recibí el Primer Premio en la Exposición de Artes y Oficios de Ferrol.
¿Cuándo tuvo lugar su última exposición escultórica?
Pues fue este mayo pasado, en la Galería Sargadelos de Ferrol. Se tituló “Las manos del tiempo”.
¿Y la próxima?
El tiempo dirá.
José Rubio y José Ignacio Dapena, Presidente de Narart
La escultura de las “Mulleres falando” de Gascón, se encuentra frente al edificio de la Xunta, es una estatua moderna, de gran formato, hecha a base de metal, que la han puesto sobre el césped verde de la plaza Camilo José Cela.
Entrevista realizada por la Junta Directiva de Narart
Fotos: Narart, excepto las dos últimas que están extraídas de internet.
Junta Directiva Narart
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